En el antiguo Egipto, los vasos canopos servían, en principio, para depositar determinadas vísceras del difunto. Eran cuatro y representaban a los hijos de Horus: el de Amset (cabeza humana) contenía el hígado; el de Hapi (cabeza de babuino), los pulmones; el de Kebehsenuef (cabeza de halcón), los intestinos y; finalmente; el de Duamutef (cabeza de chacal), el estómago. Los dos de la imagen proceden de la ciudad de Heracleópolis Magna (Bajo Egipto) y serían del primer cuarto del primer milenio a.e.c. En primer lugar aparece el vaso de Hapi y detrás el de Amset. Se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Por cierto, si alguno se pasa por los Jardines del Buen Retiro de Madrid, fijaros en ciertas estatuas que se encuentran a 30 metros del cierre sur del estanque.