Creer en la fuerza de la vida es creer en la cosmética vegetal . La cosmética vegetal es accesible a cualquier persona, ecológica y no agresiva ni experimental con animales son los objetivos que persigue la cosmética ecológica, embellecer y paliar efectos diversos en la piel causados por el tiempo, envejecimiento, acné, erupciones, etc., desterrando prácticas aberrantes como son la vivisección.
Utilizar la cosmética vegetal es como un verdadero acto de fe ne los tiempos que corren, pero hay que hacerlo si no queremos que todo vaya a peor, es como el establecimiento de un contrato con la naturaleza, que a cambio nos ofrece belleza viva y generosa. No es que se vayan a conseguir milagros, pero en muchos casos los resultados son evidentemente mejores que los que se consiguen con fórmulas químicas y farmacéuticas.
Una cosmética limpia que puede aportar la fuerza y la vida que hay en la propia naturaleza con la cualidad de su capacidad regeneradora.
La cosmética natural también ha conseguido especializarse por edades y por tipos de pieles, ha conseguido ser no sólo paliativa sino activa y mejorar el tono y aspecto constante del cuerpo, ya sea animal humano o no humano, pues también existe cosmética natural aplicada a la veterinaria, fórmulas y champús para perros, gatos, caballos, etc.
La naturaleza queda protegida con el empleo de la cosmética natural, en la naturaleza todo es cíclico, todo se renueva y se repone, se entra en un circulo de autoregeneración que se expresa en la respuesta a las exigencias de rejuvenecimiento o de paliación de los efectos con fórmulas antiedad por ejemplo. Cada componente utilizado y cada fórmula es el pronunciamiento por un respeto a la biodiversidad y por una política medioambiental eficaz, efectica y consecuente. La herencia para las futuras generaciones indiscutiblemente será mejor.