Las consecuencias son negativas y graves, cuantitativa y cualitativamente tanto para la víctima y su familia, como para la organización y para la sociedad en general:
Las víctimas de mobbing, suelen padecer patologías físicas, como trastornos gastrointestinales, cardiovasculares, respiratorios, etc.; psicopatologías, como la fatiga crónica, sobreestrés laboral, ansiedad, pérdida de autoestima, impotencia y frustración, depresión y síndrome de estrés postraumático… , y problemas familiares e interpersonales, que se traducen en agresividad, aislamiento social, inadaptación, fracaso matrimonial, etc.
La organización queda afectada pues disminuye el rendimiento, aumenta el absentismo y las rotaciones, empeora y se deteriora el clima laboral, amén de aumentar la siniestralidad.
La sociedad se resiente también, pues aumentan el gasto sanitario, las prestaciones por baja e invalidez, el desempleo, etc.
María del Carmen Calderón Berrocal, Jorge Carvajal Orduña, Francisco Javier González Márquez. "El acoso laboral. ¿Y si fueras tú la siguiente víctima de Mobbing?", nº 33 de la revista Prevention World Magazine.