Sobre las abreviaturas y su infinitivo abreviar surgen toda una gama de sustantivos que nos acercan a la Archivística.
La abreviación no es más que la acción, el hecho o el efecto que adopta quien convierte algo extenso en una abreviatura o en un acrónimo, una sigla , símbolo, compendiando algo in extenso en un texto abreviado. El autor de este hecho o tarea es el abreviador, que en la História era el oficial de cancillería, de la cancillería romana apostólica, el escribano o notario, que tenía a su cargo el extracto de los documentos. De esta forma, en la documentación histórica suele aparecer lo que llamamos extracto o extractillo al dorso del documento o al margen del mismo, en ocasiones. En este caso de lo que se trata es de abreviar o resumir el contenido del expediente para facilitar su trámite en la institución que sea. Lo mismo puede abreviar textos de documentos que libros.
El verbo, en infinitivo, que define la acción es abreviar, que obviamente significa hacer algo más breve, que sea más corta su lectura, que dure menos en el tiempo; que se diga con un número inferios de palabras o letras en un cuerpo de escritura, con lo cual el texto queda abreviado. Se ha efectuado la reducción en una representación gráfica de palabras.
La abreviatura es la representación de forma abreviada de una palabra, de un términ, de una denominación; representandose in scripto de una determinada forma, consensuada, de forma que todos saben que esa agrupación de grafemas significa una cosa determinada y no otra. Por ejemplo: Sevilla = Svª.
Se usa la abreviatura en los textos de los auxiliares descriptivos. También se recurre a los anuncios, quizás excesivamente, para dar conocimiento de un contenido amplio, lo cual supone a veces una desinformación debido a la abundancia o a su formación defectuosa. En ocasiones el texto anunciador puede resultar inoperante por la falta de entendimiento entre el emisor y el receptor del mensaje.