Antes de 1730 los informes de los visitadores no revelan niguna información sobre las ermitas de Encinasola. Dada la parquedad de noticias que ofrece la serie Visitas Pastorales con respecto a las ermitas de Encinasola, y dado el interés de los organizadores de estas XI Jornadas sobre Jornadas de Patrinonio de la Sierra de Huelva y de los vecinos y estudiosos de la Historia de esta localidad de Encinasola, para ampliar conocimientos y agotar posibilidades, se impone otra búsqueda.
¿Qué es lo que queda sobre Encinasola en la serie Priorato de Ermita?. Podemos decir que bien poco, no olvidemos que con la creación de un nuevo obispado su documentación sale del arzobispado para la nueva diócesis, siguiendo las indicaciones que se marcan nada más y nada menos que desde Roma.
El tema exige replanteamiento. "Su documentación". ¿En qué medida podemos llamarla así?. Es inherente a la ciencia Archivística el respeto al origen de procedencia de la documentación; según esto, la documentación debería quedar en el lugar en que se generaron los documentos. Menos mal que los Libros de Visitas están encuadernados en pergamino, y aunque se quiera respetar la orden de transferencia se impone el respeto al documento mismo.
Sin más remedio habrá que asomarse a Priorato de Ermitas. Por desgracia, tampoco aquí hay mucha documentación referida a Encinasola. Solo quedaría pués, investigar el fondo de Asuntos Despachados, indiferente general en el que cronológicamente podemos encontrarnos de todo, pues se trata un fondo de depósito que se encuentra en el Archivo, casi virgen, a incorporar en las distintas secciones y series del Archivo General Arzobispal.
Los Libros de Visitas Pastorales nos descubren el esquema vertebrador de la Iglesia en esta archidiócesis, ya que en ellos se encuentran cosidos los informes que resultaron de las Visitas realizadas a los distintos lugares de la geografía eclesiástica bajo esta jurisdicción; inspecciones ordenadas desde la cabeza del arzobispado, el arzobispo; realizadas algunas sí y otras no por delegación del prelado en un ministro, el visitador; y tramitado todo através de un órgano interno de Palacio, la Secretaría de Cámara y Gobierno.
Primero hablaremos sobre lo que nos podemos encontrar en los Libros de Visitas Pastorales. El año 1730 nos descubre tres ermitas en esta villa, la del Espíritu Santo, muy pobre, su altar tiene incensario para el santo sacrificio de la misa; no tiene misal, que se trae para la celebración desde la parroquia; "cuida de su aseo una buena mujer" y no tiene más rentas que la corta limosna de la hermandad. De esta ermita sale en procesión nocturna el Santo Rosario.
La Ermita de San Juan, tambien muy pobre, está situada "fuera del lugar corto trecho", está bien reparada y con lo necesario para celebrar el santo sacrificio de la misa. Está al cuidado de Miguel González Romero, hombre celoso y devoto que es el sacristán menor de la iglesia. En esta ermita tiene su sede la Cofradía del Señor San Juan.
La Ermita de los Santos Mártires se reedifica en alberca en el momento de la Visita, aunque la obra está parada hace años ya que no cuenta más que con la limosna voluntaria de los fieles.
Del estudio de las Resultas de Visitas a las cofradías se desprende que la Cofradía de la Veracruz tiene sede en la parroquial, pero estudiando sus cuentas vemos que uno de los destinos de sus fondos es la reedificación de su ermita.
Por su parte, la Cofradía de Nuestra Señora de Rocamador tiene sede en su ermita; y lo mismo pasa con la Cofradía de Nuestra Señora de las Flores, que tiene sede en su ermita tambien.
Aparte de la documentación que nos ofrecen las Visitas Pastorales, entre los documentos que conserva el arzobispado sobre los trámites con el prior de ermitas encontramos encuadernado en pergamino aprovechando un libro de coro y escrito con letra gótica, un "Libro de quentas de la mayordomía de Nuestra Señora de Flores desta villa de Enzinasola", en pergamino en mal estado de conservación con broche de cuero y solapa, datado en "1589. Començáronse las cuentas de la ermita de Nuestra Señora de Flores desta villa de Enzinasola siendo mayordomo Miguel Flores. año de 1589".
El libro empieza el 30 de abril de 1589 declarando a la Cofradía perteneciente a la diócesis de Sevilla y Ermita de Nuestra Señora de Flores; y estando presentes su alcalde, Andrés Pérez de Hernando Pérez; prioste, Pedro Gutiérrez y mayordomo, Alonso López, se toman cuentas a Miguel Flores, mayordomo desde 1588, en presencia de muchos hermanos y muestra seis copias de mandas y carne del toro, cosas vendidas y limosnas.
El mismo libro contiene tambien un "Ynventario de los bienes de Nuestra Señora de Flores" que comienza de la siguiente forma:
"En el nombre de Dios Todopoderoso y de la Gloriosa Virgen María, Señora y Abogada Nuestra.
En la villa de Enzinasola en tres días del mes de mayo de 1589, día de la Invençión de la Cruz, estando en las casas de morada de Miguel Flores, mayordomo que fue del año próximo pasado, estando presentes Andrés Pérez, alcalde de la dicha cofradía y Bernardo Pérez, y Juan Rodríguez, hermano; y otros hermanos en presencia de mí el presente escribano, se hizo ynventario de los bienes y hazienda que dicho Miguel Flores da entrega de la deicha Cofradía de Nuestra Señora de Flores a Alonso López, mayordomo que al presente es, los quales son los syguientes:"
.-Una corona de plata con su caja
.-un cáliz de plata con su caja
.-el arca en que guarda la ropa con su llave
.-una camisa guarnecida de oro
.-una gorguera guarnecida de oro
.-una gorguera de red
.-cinco gorgueras y en ellas una vieja.
.-un tocado con oro y una sobretoca
.-un tocado de seda y una migala
.-dos sobrerropas de damasco, una azul y la otra amarilla
... EL INVENTARIO APARECE PUBLICADO EN ACTAS
El libro llega hasta 1680, y contien inventarios y cuentas, por las que sabemos que en 1590 se venden cinco trajes, que en 1591 se vende un toro, que en 1592 se hace inventario de las ropas y las joyas...
Existen otros dos documentos más en Priorato de Ermitas relativos a Nuestra Señora de Flores. De 1784 unos "autos de hasimientos para el remate de unas tierras propias de Nuestra Señora de Flores, cita en su hermita de este título de la villa de Ensinasola a renta temporal, que se remiten en consulta y se mandaron [retener] ante el señor prior de las hermitas deste arzobispado, secretaría y notaría del priorato"; y de 1787, "autos a instancia del Consejo, Justicia y Regimiento de la villa de Ençinasola, sobre el derecho de patronato de la ermita de Nuestra Señora de Flores por la Hermandad del mismo título, cita en ella, sobre nombramiento y posesión de un hermitaño".
De 1747 data un expediente de "justificación fecha en la villa de Encinasola pertenesiente a la Hermita de Señor San Pedro que llaman de La Contienda, por D. Antonio de Mena, notario reseptor".
Al parecer la ermita de San Pedro, que por el lugar de su ubicación, La Contienda, lleva este sobre nombre, se reedificó hace dieciseis años a instancias del hermano José Bonifacio y con licencia del arzobispo y en ella se colocó la imágen de la Divina Pastora. La fecha coincide como vemos con la reedificación de la ermita en la que tenía su sede la Cofradía de la Veracruz.
Según reza en el documento "...desde su primera creación y hermandad erigida por los vecinos de esta villa, la que siempre se visitó por los señores visitadores entre las demás que se hallan en el término desta villa y como tal se declaró tocar y pertenecer dichos diezmos a esta parroquia...". Pero los beneficiados de Aroche intentan el cobro a los diezmos de La Contienda.
Los ermitaños están empadronados en la Parroquia de San Andrés Apóstol de la villa de Encinasola para el cumplimiento con la Iglesia, y siempre habían cumplido fieles y pagado los diezmos que se causan en dicho lugar a la parroquia de Encinasola.
Encinasola justifica la posesión de la ermita y su territorio desde su fundación, y después, haberla reedificado; y tenido en ella capellán propio de la parroquia, con asistencia personal. Y así, se declararon los diezmos pertenecientes a la parroquial de Encinasola.
El prior de ermitas comisiona a D. Antonio de Mena para que pase a las villas de Aroche y Encinasola y requiera a los administradores, mayordomos, ermitaños o caseros de las ermitas de dichas villa, sus términos y jurisdicciones para tomarles cuenta de los bienes, posesiones y limosnas; para hacer inventario general de bienes y alhajas; reconocer el estado de conservación y los reparos que necesiten. Se le da poder al notario para que justifique en ambas villas en qué jurisdicción debe estar la ermita de San Pedro de La Contienda, examinando los testigos que por parte de los administradores se presentasen. El sueldo del notario será de dieciocho reales de vellón diarios.
Las declaraciones de los testigos confirman que las justicias de la villa de Aroche habían encarcelado al hermano Martín, ermitaño, y le habían embargado todos los bienes que allí tenía. Las declaraciones revelan que sus bienes eran dos jumentos, una escopeta, catorce fanegas de trigo, tres o cuatro de cebada, algunos faisanes, catroce bacalaos, un poco de lienzo, tres pares de zapatos nuevos, seis llaveros o aceiteros de campo, alguna porción de higos y pasas y ochenta y un reales de vellón en efectivo. Sobre este caso no aparece nada más.
Por último, del año 1776 se conserva un documento intitulado por D. Antonio Moreno, prebítero, prior de ermitas, dignidad y canónigo de la catedral de Sevilla, a cuyo cargo está la perpétua administración, régimen y superintendencia de todas las ermitas del arzobispado, frutos, rentas, etc. Por cuanto por parte del capellán real de S.M., retirado a la plana mayor de esta ciudad se ha hecho relación de que en Encinasola existe una ermita
con el título de los Santos Mártires, en total ruina. Dado el celo y devoción del pueblo a la ermita; y sus titulares concurrieron con limosnas y trabajo personal a su reedificación; y se llevaron a cabo en dicha ermita seis capillas para mayor adorno, con la idea de que cada eclesiástico del pueblo se hiciese cargo de una de ellas; para que así, sin costo, que no había de donde sacarlo, fuesen adornadas de cuanto fuese posible.
Una de ella le tocó al capellán propio de la parroquial de la villa de Encinasola, en ella había un retablo de nueva talla dedicado a la Virgen del Carmen; a sus lados, San Joaquín y Santa Ana, San José y San Andrés, San Francisco de Paula y el Santo Angel de la Guarda, San Mamed y San Felipe Neri. Todo en lienzo y de escultura, y siendo todos santos de su devoción, lo costeó por sí solo, como tambien los ornamentos, ajuar y todo lo necesario para el culto y la celebración de la misa.
Por todo ello, había solicitado el capellán el título de patrono de la misma capilla y advocación, de sus limosnas, frutos y rentas para sí y sus sucesores, quedando obligado a sus reparos y mejoras. Y esto es lo que en este documento se le viene a conceder, el prior de ermitas, con autoridad apostólica suscribe el documento en Sevilla el 11 de mayo de 1776.
· Ponencia y Artículo “Encinasola en la Visita Pastoral”, XI Jornadas de Patrimonio de la Sierra de Huelva. Actas Excma. Diputación Provincial de Huelva, Marzo de 1996.
Palabras claves: Encinasola, Archivística, Historia, Historia Local, Historia de la Iglesia, Religiosidad Popular, Visitas Pastorales, Archivo General del Arzobispado de Sevilla, Ermitas.