La Archivística es, por lo menos a juicio de los propios archiveros, la gran desconocida, la Cenicienta de las Ciencias, simplemente porque se sigue teniendo la idea de que archivos es igual a monton de papeles que están allí porque estorban en otro sitio.
Craso error y por tanto horror de los profesionales. Un trastero NO ES UN ARCHIVO, Un archivo es un cuerpo vivo e inteligente que ilustra sobre la institución funcionando en ualquier época de la misma.
Un archivo es garante de derechos y privilegios pero también testigo fundamental cuando los derechos de la Administración o de los administrados, de los propietarios o de los usuarios, entre en conflicto de intereses con alguien o con algo.
Archivero no es cualquiera y ese es otro gravísimo error que se comete día a día, poniendo a cualquiera al frente de algo de tanta importancia. Archivero no es el abogado, ni el psicólogo, ni el ingeniero, ni el médico, aunque todos estos profesionales tienen documentación y por tanto deben tener archivo.
El archivero es un profesional con muchas disciplinas en su haber y con muchas horas de servicio que sabe bien lo que debehacer con el archivo y con la gestión de la documentación de una entidad.
Es un profesional en la materia, como el abogado lo es en su materia y el médico en la suya, el psicólogo en la suya y el ingeniero en la suya. Si estos otros profesionales se ponen una bata de archivero, como el hábito no hace al monge, no conseguirán más que eso, ponerse una bata, porque las disciplinas documentales son para sus profesionales.
El uso de los sistemas de gestion documental conlleva una racionalización en la gestión documental diaria y un respeto a los plazos legales y a la legislación de archivo y patrimonio que deben garantizarse. La documentación no tiene por qué estar amontonada ocupando un sitio que puede ser necesario para otra cosa, un expediente resuelto tiene otro lugar para habitar.
Del archivo de oficina o gestión al archivo central de la instirución, intermedio y de aquí al histórico. Demasiado frecuentemente se ha asociado al archivero con el archivo histórico, pero la tarea del archivero es aplicar la archivística en todos los archivos, sea cual sea la edad de los documentos.
La gestión documental y archivística es tarea del archivero, que con su ciencia conseguirá una rentabilidad en el manejo de todos los documentos de una empresa, archivo personal o de la Administración, ya sea civil o eclesiástica.
La cantidad de documentos a manejar en una organización puede llegar a ser bastante considerable, por ello una buena gestion documental tiene vital importancia pues con ella se conseguirá saber qué se tiene y acceder fácilmente a cualquier documento que se pueda llegar a necesitar; se puede reconstruir la historia de la institución e incluso el día a día del trabajador en su mesa funcionando a lo largo del tiempo. Las personas pasan pero los documentos permanecen.
La seguridad de los documentos es fundamental, ningún soporte nuevo va a sustituir nunca al papel, pero la rentabilización de los soportes se hace extrictamente necesaria.
Los programas de gestión documental deben contar con un módulo de gestión de tiempos y de derechos que permita el acceso a los documentos solamentea ciertos individuos o grupos de personas.
Los sistemas de gestión rentabilizan la tarea y labores múltiples de los archiveros, pues con los mismos se puede saber claramente la ubicación de un documento en específico, su signatura y características, sin que importe su data de creación o de modificación o la grafía en la que se halle escrito.
Una buena gestión documental hecha por un archivero profesional tiene controlado el documento, todos los documentos, desde su mismo nacimiento y a lo largo de toda la vida administrativa, informativa, histórica de los mismos. Es la forma de mantener todo racionalizado y en perfectas condiciones de acuerdo con la legislación archivística y con la legalidad competente. Además constituye la forma perfecta de poder encontrar documentos de forma eficaz y rápidamente.
La racionalización en los sistemas de gestión documental recuce costos asociados con almacenamiento de papel y fotocopias rentabilizando también el uso de estas últimas. No hay que gastar más papel del necesario.
Asegura tamboién una mejor comunicación e información entre cada una de las áreas de una determinada organización; y evita los inconvenientes causados por desastres que puedan ser naturales tales como lo son los incendios e inundaciones, o también por la actividad del humano.
Rentabilidad de tiempo, tareas, espacio, costos en diversos aspectos viene a justificar más que suficientemente la plaza de un archivero en cualquier entidad, significa además de rentabilidad una optimización en las funciones de los profesionales. Un software de gestion documental permite hacer copias de seguridad pudiendo de este modo guardar la información en servidores virtuales.
Palabras clave: Archivístic, gestión documental, profesionales,archiveros, documentación, archivos, empresas, Administración, rentabilidad, papel, sistemas de gestión documental, racionalización.
Durante la Edad Media y el Renacimiento el dominio de la lectura y los libros, quedaba reducido a un ámbito restringido. Muy pocos tenían acceso a ellos, las prioridades de la vida y la existencia eran otras; y por otra parte la cultura solo estaba al alcance de unos pocos, nobles, aristócratas y eclesiásticos.
Durante la Edad Media los monasterios fueron el baluarte defensivo de la cultura, fueron los que se encargaron de conservar todo lo que la tradición había dejado en herencia, desde las primeras escrituras, los clásicos, presocráticos, padres de la Iglesia, manuscritos de Santos; hagiografía o más comúnmente conocidas como vidas de santos, etc.
Los monasterios y el clero defendieron y custodiaron toda la herencia cultural y, de no se así , buena parte de los textos se habrían perdido, siendo aquellos tiempos de inestabilidad y guerras.
En el Renacimiento los nobles y clases acomodadas empezaron a disfrutar también de la cultura y pasaron a leer no sólo devocionarios sino literatura también, tanto poesía lírica como novelas.
Con el nacimiento de la burguesía las posibilidades de acceder a los libros se incrementó, extendiéndose ; y sin duda, el siglo XVII, supone la apertura al pueblo, que será capaz de leer composiciones sencillas. Mientras tanto los juglares y trovadores eran los encargados mediante la música y la tradición oral y sus plumas quienes difundían y acercaban su arte, mayor o menor, a los pueblos.
En el siglo XVIII se produjo una auténtica extensión de la cultura. A España llega una nueva corriente, con los Borbones, que supuso mayor libertad de pensamiento; y se crean las Sociedades de Amigos, desde las que se pretendía hacer tambuna labor de fomento cultién ural; se fundaron las Reales Academias y en 1711 se creó la Real Librería, que más tarde sería Biblioteca Nacional de España.
La primera ubicación de la Real Librería fue un pasadizo que unía el Real Alcázar con el Convento de la Encarnación.
Se abrió por primera vez al público el 1º de marzo de 1712; y en 1716 Felipe V firmó el decreto que declaraba de carácter público los fondos de la Librería. Pero habrá que esperar a 1836 para que la Biblioteca se denomine Nacional. Empieza a depender entonces del Ministerio de Gobernación y no de la corona.Hoy es ependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Su función es, ante todo, reunir, preservar, catalogar, conservar y difundir el patrimonio bibliográfico español.
El D.L. Depósito Legal, es uno de los instrumentos más eficaces para tales cuestiones y su creación , su concepción, se debe a Francisco I de Francia en 1537.
Tiene un servicio de visitas guiadas los martes, miércoles, jueves y viernes en horario de tarde y los sábados por la mañana. Las visitas particulares tienen lugar martes y viernes a las 17 h. y los sábados a las 12 h. TEs precisa cita previa. La visita a la Biblioteca Nacional de España es de hora y media. Una vez al año se celebra una jornada de puertas abiertas, que normalmente suele ser próxima al 23 de abrila, festividad del día del libro.
Palabras clave: Bibliotecas, Biblioteca Nacional, Cultura, Literatura, Libros, Saber, España.
Palabras clave: Excomunión, Biblioteca, Robo de doumentos, Robo de libros, Pergamino, Papel, Archivística, Gestión documental, Biblioteconomía, Frases
Volumen de pergamino, de 349 x 238 mm., 24 folios. Documento papal «in forma libelli» con la bula de plomo colgando de un cordón de seda (rojo y amarillo). ASV, A.A., Arm. I‑XVIII, 5572, f. 18r
El 12 de marzo de 1622, el pontífice Gregorio XV (1621-1623) celebraba solemnemente en la renovada basílica de San Pedro el rito de canonización de Isidro Labrador (aprox. 1080-1130), Teresa de Ávila (1515-1582), Felipe Neri (1515-1595), Ignacio de Loyola (1491-1556) y Francisco Javier (1506-1552); sin embargo, las bulas de los tres últimos canonizados (con idéntico incipit: Rationi congruit) las publicó el sucesor Urbano VIII el 6 de agosto de 1623.
El documento, del cual se reproduce la parte final a continuación, se redactó en forma de expediente y contiene la canonización de Francisco Javier.
Nacido en el castillo de Javier (Navarra-España) en 1506, el futuro apóstol de Oriente se dirigió a París en 1525 para asistir a la Universidad y completar los estudios comenzados en su patria. El 15 de agosto de 1534, Ignacio de Loyola, Francisco Javier y otros cinco compañeros hicieron el voto de practicar la vida apostólica en la pobreza y la castidad, posiblemente en Tierra Santa o donde el vicario de Cristo les ordenara. Una vez concluidos los estudios teológicos (en 1530 obtenía el grado de magíster artium o doctor en filosofía), en 1536 Francisco abandonó París con sus compañeros (excepto San Ignacio que se había marchado mucho antes) rumbo a Venecia, donde fueron ordenados sacerdotes el 24 de junio de 1537. Al resultar irrealizable el viaje a Tierra Santa por la guerra entre la República de Venecia y los turcos, Ignacio y sus compañeros se presentaron en Roma para ponerse a completa disposición del pontífice Pablo III (1534-1549), que el 27 de septiembre 1540 concedía la aprobación canónica a la «Compañía de Jesús».
Mientras el fundador permanecía en Roma, cumpliendo órdenes directas del papa, sus compañeros partieron para realizar misiones pontificias en las distintas regiones de Italia, Alemania, Austria, Irlanda, Etiopía. A Francisco Javier se le asignó como campo de apostolado la lejana India. Zarpando desde Lisboa el 7 de abril de 1541, tras un largo y difícil viaje, llegó a Mozambique, donde permaneció durante varios meses desvelándose a favor de europeos e indígenas.
El 6 de mayo de 1542, Francisco llegó a Goa (India), capital civil y religiosa del imperio portugués de Oriente, y hasta septiembre se dedicó a la educación de jóvenes y esclavos, al cuidado de los leprosos y a la administración de los sacramentos. Partió seguidamente rumbo a la costa sur-oriental de la India, donde aproximadamente 20.000 pescadores convertidos al cristianismo en los años 1535-1537 se habían quedado prácticamente sin apoyo espiritual.
Entre noviembre y diciembre de 1544 Francisco bautizó él solo a más de 10.000 personas. Tras consolidar en la fe a las comunidades de la India, a finales de agosto de 1545 volvió de nuevo al mar para llegar a Malaca, las islas Célebes y las Molucas. En julio de 1547 volvía a Malaca, donde conoció a un japonés huido de su país por homicidio.
Tras una serie de conversaciones con éste, Francisco decidió dirigirse a Japón, adonde llegó el 15 de agosto de 1549. Tras haber constituido una comunidad floreciente de más de 1.000 cristianos, que confió a dos cofrades que había llevado consigo, Francisco volvió a Goa en febrero de 1552.
Convencido de que sólo la evangelización de China habría asegurado al Cristianismo de extremo oriente una base segura de expansión, Javier atracó en la isla de Sancián en otoño de 1552, desde la cual intentó llegar a Cantón. Sin embargo, por haber enfermado, tras aproximadamente doce días murió en la noche entre el 2 y el 3 de diciembre de 1552, asistido únicamente por un cristiano chino.
El cuerpo de Francisco está enterrado en Goa, lugar al que fue transportado – incorrupto- en 1554; el brazo derecho, con el que el misionario había bautizado a aproximadamente 30.000 personas, fue trasladado en 1615 a Roma y se venera en la iglesia del Gesù. En 1663 Alejandro VII fijó como la fiesta de San Francisco Javier el día 3 de diciembre.
El documento es en escritura tipo bula o littera sancti Petri, usada en la cancillería pontificia desde la mitad del siglo XVI hasta el siglo XIX. El texto termina con la fechación (a partir de la línea 8): Datum Rome apud Sanctum Petrum anno incarnationis dominice millesimo sexcentesimo vigesimo tertio, octavo idus augusti, pontificatus nostri anno primo.
Se trata del 6 de agosto de 1623, es decir, del mismo día de la elección de Urbano VIII. De hecho, con este papa, al igual que en pocos otros casos (Calixto II, Inocencio II, en parte Clemente V, Urbano VIII), el cálculo del pontificado comienza con el día de la elección y no con el día habitual de la coronación.
La firma del papa está precedida por el «signum crucis»: Ego Urbanus catholicae Ecclesiae episcopus. Sigue la Rota: en los cuadrantes internos superiores se encuentran los nombres de los apóstoles Pedro y Pablo (Sanctus Petrus | Sanctus Paulus), y en los inferiores el nombre del pontífice (Urbanus papa VIII); los dos anillos concéntricos encierran el lema: In Domino sperans non infirmabor.
En los ff. 19r-23r están las firmas autógrafas de los cardenales: doce de la orden de los presbíteros y tres de la orden de los diáconos.
ESCRITURAS PARROQUIALES.
Esta serie comprende los años que van entre 1539 y 1837. El Libro Becerro de Propiedades y Fundaciones será ilustrativo, al igual que el resto de la documentación para quien se acerque interesado por la reconstrucción de la propiedad en general y de las propiedades parroquiales en particular, genealogía o espiritualidad del pueblo y la región, y la época en general.
Nos encontramos con escrituras de censo, venta real y perpetua, escrituras de venta y permuta de la Iglesia parroquial, si fábrica y beneficio curado. Testimonios de posesión de tierras; tasaciones, ventas y rentas de terrenos; relación de escrituras asentadas en la parroquia de Ntra. Sra. de los Ángeles. Testimonios de dotes; Cartas de poder y testimonios del cumplimiento de entrega de bienes; Inventario de bienes y alhajas de la parroquia efectuado por Francisco Rodríguez Herrera, cura de la parroquia. Así hasta completar el número de 77 expedientes que encierran y precisan información de Cabeza la Vaca y sus alrededores.
La visita es un deber ligado al ministerio pastoral del obispo por medio del cual, haciendo efectiva su presencia, inspecciona y gobierna en las parroquias de su jurisdicción. Puede y suele delegar en un ministro o Visitador eclesiástico, comisionado que estará obligado a una oficiosa solicitud, prudencia y vigilante celo en el cumplimiento de su misión, encaminada a"desarraigar vicios, plantar y enseñar sana y cathólica doctrina, defender, fomentar y aiudar la virtud para que cresca más y más, para onra y gloria del Señor, bien y aprovechamiento de las almas, obrando en todo con mucha prudenzia y vigilante celo..."[1].
Además, como indica Trento, habrá de ir “con el menor gasto y aparato que fuere posible”, aunque el boato será algo inherente a la Visita Pastoral desde el mismo momento de su publicación que se hará con repique de campanas, edictos y convocatoria pública.
Con todo ello, la Iglesia deja sentir su presencia orgánica, los visitadores informaran a la cabeza rectora, como si de sus ojos y lengua propios se tratase, de todo lo que pueda afectar al cumplimiento de “la Ley Divina”.
El Concilio de Trento reconoce la necesidad de realizar con frecuencia estas inspecciones y la visita pastoral, se restablece con fuerza para terminar con el estado de abandono y el clima de crisis, ignorancia y corrupción que la envolvía; en España habría de realizarse cada cuatro años[2] y solo el año de la toma de posesión de la silla episcopal, sería obligatoriamente realizada por el obispo, quien a partir de entonces podrá delegar en la figura del Visitador eclesiástico.
Trento establece otra obligación, a partir de ahora los obispos tendrán obligación de residir en su sede episcopal y gobernar personalmente los asuntos de su diócesis, que en ocasiones hubieron de ser resueltos por el vicario capitular; con ello, la documentación generada al hilo de este personal-gobierno-pastoral-episcopal quedará desde este momento retenida en el archivo de la casa del prelado, en el Archivo Arzobispal.
Calderón Berrocal, María del Carmen, “ La Parroquia en los Libros de Visitas Pastorales del Archivo General del Arzobispado de Sevilla”. VIII Congreso de Archiveros Eclesiásticos. Septiembre 1994. Actas vol. VIII Memoria Ecclesiae: Instituciones Eclesiásticas IV: Parroquia y Arciprestazgo en los Archivos de la Iglesia. Oviedo-Salamanca 1996.
Palabras clave: Visita Pastoral, Mandatos de Visitas, Patrimonio Documental, Documentación Eclesiástica
Los mandatos de visita en la parroquial de Cabeza la Vaca Nuestra Sra. de Los Ángeles vienen a ser:
Explicación de la Doctrina Cristiana y examen de todos los fieles para el cumplimiento de los preceptos de la Confesión y Comunión; que se guarden los días de fiesta so pena de medio ducado; que los que están "tratados de casarse" no entren unos en casa de otros so pena de Santa Obediencia y de dos ducados por cada vez; obligación de velarse de todos los desposados "dentro de dos meses de dichos desposorios de presente"; las capellanías vacantes han de ser administradas por el cura; obligación de todos los eclesiásticos de órdenes mayores y menores de llevar hábito y tonsura so pena de Excomunión; obligación para clérigos beneficiados de mayores y menores, sacerdotes y no sacerdotes, de asistencia a las primeras y segundas vísperas, tercia y misa conventual a que están obligados por disposiciones canónicas y conciliares, so pena de Santa Obediencia y doce maravedís por cada falta; que en la sacristía y coro se guarde silencio y compostura.
Los sacerdotes y los ordenados in sacris han de tener conferencias morales cada 8 días bajo multa de dos reales la falta; que todos los sermones, especialmente en Adviento y Cuaresma expliquen un punto de la Doctrina con perjuicio de no volver a predicar en la parroquia bajo pena de excomunión mayor; que el cura o su teniente enseñe al pueblo la obligación de abstenerse de comer carne en sábado, exceptuándose a los enfermos; que todos los días el sacristán toque el Ave María "al alba", "a las doce del día", y a la "hora regular", "de forma que sean tres veces para que los fieles consigan muchas indulgencias"; y que toque "a agonía" cuando algún enfermo está en peligro de muerte; asímismo, que las cofradías y personas que deseen cantar alguna misa paguen al organista un real.
Palabras clave: Organización de Archivos, Archivos Parroquiales, Badajoz, Mandatos de Visitas, Visitas, Visitas Pastorales, Extremadura.
CUENTAS DE FÁBRICA.
Oscilando su documentación entre 171O y 1984, la constituye un legajo único que contiene expedientes para la cobranza de varios alcances contra los mayordomos y cofradías; Informe General de la Parroquia por el cura Francisco Rodríguez Herrera; Relaciones de cuentas de la Parroquia; Libro de Cuentas de la Fábrica de la Iglesia parroquial; Relación de beneficios, fábricas y capellanías por los curas de la Parroquia; Decreto del Gobernador eclesiástico sobre pago de haberes de las fábricas parroquiales; Inventario de ornamentos y vasos sagrados de la Parroquia; Acta de colocación de un retablo dedicado a Ntra. Sra. del Rosario; Expedientes sobre las obras de reconstrucción del templo y otros gastos e ingresos; y entre 1717 y 1749 Libro de Cuentas e Inventario de la Fábrica de la Iglesia parroquial de Cabeza la Vaca.
La serie arroja importantes datos, tal es el caso del "Libro de Cuentas y Alhajas de la Fábrica de la Iglesia Parroquial de la Villa de Cabeza la Vaca", inventario que sería interesante transcribir aquí como muestra de la significación artística de la Parroquia, pero se extendería considerablemente esta exposición.
Aparecen con él las cuentas tomadas desde 17O7 en adelante a los mayordomos de la fábrica parroquial D. José Sirgado de Aguilar, 17O7; D. Francisco Sánchez Aracena, 1714; Francisco Rodríguez Guerra, 1715; Francisco García Calderón, 1716..., en concepto de arrendamientos, patronatos, cercados, trigo, cebada, aceite, cera, olivos, quesos, chivos, bellotas, ...; cura, sacristán, beneficio y colecturía... censos de obras pías, como la de Juan Alonso de Llera, José de Aguilar, Francisco de Chaves, Francisco Rodríguez Santana, Francisco Sánchez Muñoz, Francisco Barrasa, Simón Martín..., con lo que se puede reconstruir la larga lista de mayordomos y la economía parroquial.
Datos también sobre la Visita Pastoral de 1725, de la que se desprenden una serie de mandatos del Dr. Bernabé de Chaves y Porras, del Orden de Santiago, Vicario y Juez eclesiástico ordinario "de esta provincia de León", que "reconoció algunas cosas que necesitaban remedio".
*.‑Libro: El Archivo Parroquial Ntra. Sra. de los Angeles, siglos XV-XX (Cabeza la Vaca‑Badajoz). Guía, Cuadro de Clasificación, Inventario, Catálogo y Fichero, 1990. Libro Dep. Legal SE‑1616‑1990.
Palabras clave: Organización de Archivos, Archivos Parroquiales, Fábrica, Cuentas de Fábrica, Badajoz