El blog de MCarmen CB

El camino a la Filosofía Transpersonal pasa por tres líneas de pensamiento, el psicoanálisis, el conductismo y el humanismo.

La psicología tiene tres escuelas, la Escuela Psicoanalítica que nace a finales del XIX de la mano de Freud, neurólogo inglés que busca el estudio de la mente centrándose en el inconsciente y estudia la lucha entre las pulsiones infantiles y las exigencias sociales, todo lo cual crea la personalidad del individuo. “Infancia es destino”, así resume su filosofía.

Frederick Skinner representa el Conductismo, postura crítica al psicoanálisis; se decanta por lo observable como modelo científico, la conducta de los individuos y en sus porqués. En las dos escuelas el patrón es modelo causa-efecto mediante el que se explican las conductas y las reacciones.

En ninguna de las dos hay trascendencia, se mueven en un marco a-teo, si-Dios, están “exentas”, en principio, de todo espiritualismo, no contemplan la trascendencia. El psicoanálisis explica la compulsión como una especie de condena que el sujeto está abocado a repetir y que la problemática se origina en la infancia. Y el conductismo busca la adaptación.

A partir de aquí el campo queda abierto a otra línea de pensamiento. El Humanismo, que revolucionariamente no parte de nadie en concreto, como en los anteriores casos, sino que, las mentalidades, entre 1940 y 1950 en diferentes puntos confluyen preocupándose por temas similares, conceptos psicomorales, conceptos psicosociales, como la libertad o la responsabilidad, el sentido de la existencia, la espiritualidad; y vuelven la vista hacia el hombre, en su humanidad, más allá de mecanismos.

Destacan entre otros Jung, Maslow, Fromm, Frankl. El camino se abre ahora hacia la Filosofía Transpersonal, destacando el pensamiento de Ken Wilber, que se ocupa del estudio de las relaciones de la Psicología con las religiones comparadas, la evolución de la humanidad, el hombre a través de su Historia, la ecología, la filosogía europea y oriental; recibiendo la influencia de Huston Smith, Ramana Maharshi, Platón, Teilhard de Chardin, Hegel y está en la línea de Willigis Jäger y los españoles Antonio Blay y Jesús García Badillo. Utiliza un silogismo, el modelo AQAL, es decir, All Quadrants, All Levels, que es sinónimo de Todos los cuadrantes, todos los niveles; y desarrolla con todo ello una teoría integradora.