Boletín 90
Con frecuencia los ciudadanos animalistas tenemos la impresión de que “nuestros” representantes políticos están muy alejados de nuestras reivindicaciones de mejora del bienestar animal. Por ellos nos congratulamos con los parlamentarios que, en 2007, se decidieron a poner en marcha la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales (APDDA).
En septiembre de 2012 han comenzado su sexta “legislatura” asociativa, y aquellos 7 pioneros forman ya un grupo de 28 miembros, con representación de prácticamente todos los grupos parlamentarios. Aquí tenéis la foto de familia: de izquierda. a derecha, en la foto, Jordi Guillot (ICV), Mónica Alminyana (PSC), Ascensión de las Heras (IU), José Miguel Castillo (PP), Chesús Yuste (CHA), Cristina Narbona (PSOE) y Joan Josep Nuet (EUiA).
La APDDA cuenta en la actualidad con parlamentarios y ex parlamentarios de PP, PSOE, PSC, CiU, PNV, IU, ICV, CHA, EUiA y ERC.
Chesús Yuste ha sido elegido coordinador de la Asociación y nos ha enumerado los asuntos que quieren abordar en esta
legislatura:
1) la situación de los animales de compañía, esterilización y fomento de las adopciones, para reducir la carga de las administraciones públicas;
2) dar continuidad al trabajo de la Subcomisión sobre maltrato animal que funcionó la pasada legislatura y que aportó interesantes conclusiones, de las que pueden nacer iniciativas sobre:
3) una Ley estatal para la protección de los animales (de mínimos) y 4) una reforma del Código Penal centrada en el maltrato animal.
La APDDA ha venido presentando numerosas preguntas y solicitudes de informes a la Mesa del C o n g r e s o , s i e m p r e relacionadas con la defensa animal, como, recientemente, la emisión en TVE de corridas de toros en horario infantil, o la celebración del Torneo del
Toro de la Vega en Tordesillas.
En los últimos meses de la anterior legislatura tuvimos conocimiento de su implicación en temas como las subvenciones europeas y estatales a las ganaderías de lidia, el tráfico de animales exóticos, la industria peletera o la protección de los lobos.
Como se ve sus actuaciones abarcan todo el espectro de la problemática de la defensa animal y en plena coincidencia con las inquietudes del animalismo. El que, además, la APDDA esté formada por miembros de prácticamente todas las tendencias políticas, la hace más efectiva ante el resto de sus compañeros parlamentarios.
Más información en http://www.apdda.es/
Guía de Contenido
A pesar de su nombre, este perro no tiene nada de Terrier salvo el carácter travieso y divertido que muestra a veces. Cuando llegó a Europa, los británicos le buscaron un nombre, primero lo llamaron Griffon pero al final se decidieron por Terrier Tibetano.
El Terrier Tibetano es una raza muy antigua procedente de las montañas del Tíbet. Criado básicamente en monasterios, los monjes lo utilizaron como perro de compañía y los pastores como guía de rebaños. Es una de las razas más puras que existen, ya que no ha recibido el aporte de otras razas desde hace veinte siglos. En los años veinte, la raza llegó a Europa de la mano del Dr. Angès Greig, quién introdujo en Gran Bretaña la primera pareja, regalo de una princesa tibetana.
El Terrier Tibetano, a diferencia de los Terrier, es tranquilo, tierno, dócil y sereno. Que no sea un “verdadero” Terrier no significa que no sea vigoroso, juguetón, terco e independiente. Desconfiado con los extraños, siente un gran apego por sus dueños y se muestra dulce y agradable con los niños, aunque si lo manosean demasiado puede que reaccione mal. Ante una situación que lo requiera, el Terrier Tibetano se mostrará valeroso, tenaz y valiente.
El Terrier Tibetano es un perro fuerte, compacto y cuadrado envuelto por una abundante doble capa de pelo; el manto exterior es largo y recto y el interior, fino y lanoso. Las orejas, en forma de “V” y cubiertas de flecos, le cuelgan a los lados de la cabeza. Tiene la cola insertada alta y enroscada sobre el dorso. Los pies son grandes, planos y redondos. Se admiten todos los colores excepto el chocolate o el hígado.
El Terrier Tibetano se adapta bien a la vida de interior a condición de que pueda hacer el suficiente ejercicio, le conviene dar largos paseos a diario.
Hay que ser constante en su educación, es recomendable enseñarle a ser limpio en casa desde pequeño. Es obediente y aprende con ganas pero a veces puede ser un poco testarudo.
Su larga melena requiere un cepillado diario. Si el perro no ha de ir a exposición, se le puede cortar el pelo. Lleve el peinado que lleve, hay que mantener limpias las zonas de oídos y ano para evitar infecciones.
El Terrier Tibetano es duro y resistente aunque puede padecer displasia de cadera y atrofia progresiva de retina.